Mesa para dos … | DustandDoghair

Un vestido. Tacones. Mesa de candelería en la esquina de un restaurante. Mantel blanco. Botella de vino. Hermoso esposo de 39 años se sienta sobre la mesa.

Suceder. (Todo lo que no sea el guapo esposo. Es un portero).

Estoy bastante seguro de que mi idea de una cena romántica contiene una pizza. Pijama; El buen marido de aspecto mencionado anteriormente … mis pies en un bricolaje -ottomano con unos pocos perros cerca de la sala oscura y acurrucada que estaba iluminada por la televisión.

Hace unos dos años y medio, Lord y yo y yo y nuestros hijos miramos hacia otro lado en la sala familiar y comían pizza. El teléfono sonó y fue el sacerdote el que se casó con nosotros (quien también fue la Sra. Tío) desearnos un feliz aniversario.

Estaba encantado de que el camino “celebrara”.

No es el caso que no disfrute el concepto de una cena iluminada con velas. Me siento más cómodo con zapatillas que en los párrafos.

Afortunadamente, trabajé bien con alguien que se vistió todos los días para trabajar (y solo recientemente dejé de hacer conexiones con su abrigo deportivo du Jour), que también prefería no atraer su trabajo para una cita.

Entonces, ¿eso significa que no somos románticos?

No creo.

Me parece romántico bajar las escaleras por la mañana para determinar que el Keurig solo se encendió por mí, me rellenó mi vaina favorita y el agua está lista para mi primera taza de café.

O sube por la noche para descubrir que se quitó la sábana y el cojín del aparato y se apagó el techo a cada lado de la cama;

No importa dónde lo dejé, una de mis tazas de café favoritas se vació, se lavó a mano a mano y se colocó al lado de la cafetera para mi próxima dosis de cafeína con sabor a caramelo.

Esa de las mismas tazas de café me entrega todos los sábados por la mañana cuando decidí una hora de Hucksurkle.

que el camino hacia la puerta de mi auto está salado por la mañana helada o se paliza en nieve cubierta;

que mantiene la puerta del auto abierta para mí cada vez;

Que deja que mi perro de una sola mujer duerma al pie de nuestra cama, a pesar de que hace demasiado ruido cuando intentamos dormir;

Que un jabón nuevo es mágico cuando mi antiguo jabón del jabón se acerca al estado de la astilla.

Y nada de esto incluso rasca la superficie cuando alguien está listo para trabajar todos los días para trabajar y hacerse cargo de la carga financiera de las familias mientras disfruta del privilegio de quedarse en casa (si este es su deseo combinado); Permítales seguir ideas locas sobre cómo hacer el fondo de pantalla de su parque divertido para niños preferidos. Blogen; y/o estar disponible para ayudar a los miembros de su familia mayores.

Sí, estamos discutiendo. Sí, tenemos nuestros desacuerdos ocasionalmente no halagadores. Pero es la capacidad de venir en estos días y agruparse nuevamente y disfrutar del paseo matutino por la granja. O ayudar a la otra persona a seguir su loca idea (a pesar de que les preocupa que tengan una propina del tamaño de una selección de hielo en la pierna);

O trabajar juntos en el barro.

No es una cena iluminada con velas, pero mi mesa favorita para dos está en nuestro patio trasero, con el olor a hierba recién cortada en el aire, cuando disfrutamos satisfacer el procesamiento de la granja a través de una bebida fría solemne en una bebida fría en una muy día caluroso.

Son las grandes cosas.

Son las pequeñas cosas.

Son todas las cosas.

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Mensualmente este mes “Donde viven los bloggers” La solicitud de entrada es “cena romántica”. Damos un vistazo a la romántica cena de todos los demás en este día de San Valentín visitando

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